Si pensamos en niños, lo primero que nos viene a la mente son risas y juegos con interminables dosis de energía e imaginación. 

Y es que jugar es una parte fundamental para el buen desarrollo en la infancia de un niño, es por eso que hoy os vamos a contar los beneficios que les genera jugar a disfrazarse.

Según numerosos estudios se ha comprobado que a partir de los 3 años es cuando empezamos a desarrollar nuestras capacidades de socialización y de identificar sentimientos y a partir de los 6 ya somos capaces de imaginar situaciones o mundos nuevos.

Es por ello que disfrazarse les ayuda a fomentar la imaginación, a entender el mundo que les rodea y relacionarse con él,  les ayuda a ser ellos mismos o jugar “a ser” algo o alguien y adquirir ese rol e incluso responsabilidades dentro de ese personaje.

Además se ha comprobado que les ayuda a entender la identificación de los roles de género y la conciencia sobre las relaciones con el crecimiento.

Pero sin alargarlo más vamos a ir enumerando todos estos beneficios:

 La creatividad y la imaginación

En esto vamos a estar de acuerdo todos,y es que los niños son una fuente de imaginación, donde una escoba puede volar, una toalla puede ser una capa… 

Disfrazarse les ayuda a estimular esa creatividad y convertir cualquier elemento en una pieza clave de su disfraz. Una vez que ya tienen su disfraz o lo han hecho ellos mismos, usan la imaginación para dejarse llevar y convertirse en mago, astronauta, pirata… y comportarse como ellos creen que lo harían esos personajes.

   La inteligencia emocional

Desde pequeños aprendemos que son las emociones y los sentimientos, tener hambre, sueño, que te riñan… Cuando un niño se disfraza de un personaje asume las emociones de este. Estas emociones pueden ser tanto buenas como malas, lo que le permitirá diferenciar qué es lo que está bien o mal. 

Por ejemplo, la valentía y la ayuda de un bombero o las acciones de saqueo de un pirata.

 Amplía su vocabulario

Cuando nos disfrazamos nos trasladamos a otro mundo y tenemos que saber desenvolvernos en él. Por ejemplo si vamos a ser un pirata, tendremos que saber que es un tesoro, buque, proa. 

Todos esos escenarios harán que su curiosidad crezca y tenga más vocabulario para expresarse mejor en sus juegos e ideas.

  La confianza

Cuando un niño está jugando, a la misma vez está explorando sin miedo a equivocarse o ser examinado, esto les ayuda a coger confianza en sí mismos y aumentar la autoestima a través del juego y el disfraz y poder así expresarse sin dificultades en un futuro.

Disfrazarse es divertido y bueno para ellos, además es una excusa perfecta para jugar en familia y pasar un tiempo estupendo juntos.

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